La iluminación es de las cosas, por no decir la más, importantes dentro de la fotografía. Por ello, hay que cuidarla y mimarla; hay que tratarla como algo especial. Es una moneda de doble cara: puede hacer que una fotografía mejore notablemente, pero también puede echar a perder el trabajo realizado. También podemos jugar con ella. Y eso fue lo esencial de esta práctica: jugar con la iluminación.
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